Yo creo que
La desigualdad
entre sexos:
No deseo ser tildado de machista, ni de todos esos
epítetos que suelen aplicarse a los que no creen en la igualdad de derechos,
entre los hombres y las mujeres; yo sí creo firmemente que las damas tienen los
mismos derechos que los caballeros y que en muchos aspectos los dos géneros son
iguales. Aclarado esto, y como nunca he creído que la verdad sea absoluta como
una formula matemática. ¨Yo creo que¨… Si hay diferencias entre hombres y mujeres,
pero estas no son en realidad ni a favor ni en contra de cada uno, más bien
complementan los equilibrios.
Necesitaremos trasladarnos hasta los inicios del tiempo,
cuando el Ente (llámelo como mejor convenga: sea Dios, Naturaleza, Caso o
Absoluto…) creó los animales, y entre ellos el espécimen humano como animal
superior. En aquel momento Él, decidió que la parte masculina y femenina de la
humanidad, tenían como función primordial la ¨Procreación¨ o sea dar vida a
otros seres y por ende a la conservación de la especie. El verdadero trabajo de los padres iniciaba
una vez procreado, este nuevo ser que necesitaba ser alimentado, curado,
protegido, instruido…hasta el momento en
el cual pudiera proveer para su propio bienestar y a su vez buscar una pareja y
comenzar de nuevo el ciclo de la vida.
La Esencia creadora en su infinita sabiduría hizo los
padres semejantes entre sí, el creó un Hombre y una Mujer, con diferencias
físicas y mentales. (Esto nada tiene que ver con la igualdad de derechos que es
sacrosanta y legitima). En honor a la verdad todos los individuos son sem queantes
entre ellos, no existen dos individuos idénticos. A simple vista podemos notar
las diferencias físicas, las mentales son menos evidentes y en ningún momento
una puede ser considerada superior o con prevalencia a la otra, más bien como
ya dije más arriba se complementan.
La pregunta qué tendríamos que hacernos seria ¿Porqué El
Creador prefirió hacer los dos sexos semejantes y no iguales? La respuesta es
simple, cada uno cumple una función específica en su empresa para crear y
preservar la especie en este planeta. Es debido a esto que cada cual tiene
ciertas particularidades que el otro no tiene.
Las tareas del hombre podríamos resumirla en: Proteger su
familia de otros animales y humanos, procurar alimentos y para eso debía ser
guerrero y cazador, con el tiempo debía aprender a trabajar la tierra para extraer
comida. Construir la casa y protegerla. Es evidente que para cumplir con su
misión, debía tener un cuerpo que físicamente le permitiera cumplir con su
misión. También estaba obligado a
mantenerse más tiempo alejado del hogar cosa que dejaba a la mujer la otra
parte de la misión. Las tareas de la Mujer debían ser: Cuidar la prole,
preparar la alimentación, proteger la familia de eventuales enfermedades,
crecer y educar los niños, mantener la casa en condiciones. En pocas palabras
el hombre creaba la casa pero la mujer hacia el hogar.
Estas funciones no han cambiado con el tiempo, el macho
continúa siendo el cazador (ya no cazando con armas, sino procurando los
trabajos que permitan mantener la familia, como guerrero él es quien continua
dando seguridad a la familia. La hembra sigue siendo el eje central del hogar
sin ella únicamente tendríamos una casa, nunca tendríamos un hogar.
Es evidente que los tiempos cambian y el ser humano
evoluciona, el devenir probablemente es el culpable de estos cambios.
En la era moderna,
la mujer ha tenido que salir del hogar y ayudar al hombre en su lucha para
traer comida y sustento a la familia, a su vez el macho ha tenido que entrar en
el hogar y compartir los trabajos de la casa. Lo que hace que las dos misiones
se mesclen y se confundan. Esto le da más valor, si le hiciera falta, a la
tesis de la igualdad de derechos.
Siempre he creído, como lo afirma el gan Aristóteles, que la
verdad nunca está en las extremidades sino en el medio, por eso desconfió en
esas luchadoras por la igualdad de derechos, cuando se van a los extremos de
exigir actuar en faenas que puedan exponer a serios riesgos su integridad
física y con ella su misión en el cuidado de su prole y del hogar. Por supuesto
esto no significa que no tengan la fuerza y la capacidad necesaria para
emprender cualquier tarea que pueda efectuar su compañero. La pregunta es porqué querer ejercer esas
tareas, cuando hay suficientes labores más acordes a su condición de madre. Creo que lo justo es
tener siempre presente lo que más conviene al núcleo familiar y a la correcta
formación de los hijos. Y esto es válido para los dos sexos.
A.M.©
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