Conversando con Giovanni Papini. (*)
La página en blanco de Word, me observaba
aburrida de tanto esperar que yo ingresara la primera palabra para dar inicio a
un nuevo cuento.
Llevaba un tiempo largo sentado frente a ella,
mi habano ya iba por la mitad, y ni siquiera mi segundo vaso de vino lograba
despertar la musa. Con éste son varios los días en que mi gastado cerebro no
lograba encontrar las palabras para iniciar a escribir, las ideas no venían, mi
mente estaba vacía.
Recuerdo lo que me decía, mi amigo, Sandro
cuando se refería a mis ideas: “Son pocas pero confusas”…
¡Alguien estaba golpeando la puerta! ¿Quién vendría
a estorbar a estas horas de la noche?
De mal humor me levante y deje sola la estúpida
hoja en blanco. Al abrir la puerta me encuentre frente a un hombre alto,
grueso, cabeza con largo pelo negro movido, frente alta ojos profundos,
escondidos detrás de unos grueso y redondos lentes, de mirada fija y
escrutadora, expresión severa y dura, del que no teme a nada ni a nadie. Me
tendió la mano firme, llena de arrugas que hablaban de su edad.
_ “Soy Giovanni Papini, ¿Puedo pasar?” _ Faltó
poco para que desde mis labios el Cohíba cayera al suelo. Sólo pude articular:
_Encantado, pase adelante ¿en qué puedo
servirle? _“¿Le molesta si nos sentamos un rato a conversar en su estudio?
Espero no haber perturbado su inspiración con esta interrupción.
– Venga sígame y no se preocupe es algún tiempo que no tengo
una buena idea –Lo sé, es tiempo que lo vengo observando y últimamente no
encuentra la inspiración, por eso vine.
Se sentó en la silla al lado de mi ordenador,
se acomodó lo mejor que pudo y prendió el habano que le ofrecí.
_ A
veces sucede que me quedo en blanco por
varios días sin saber que escribir. _ Es normal, a todos nos pasa, el problema
está en que es inútil que te pares frente una hoja en blanco y te exprimas, la
musa no llega obligándola. Tienes que usar tu genio para buscar en el mundo que
te rodea, necesitas la visión del poeta. “El mundo es algo espléndido,
magnífico, hasta en sus manifestaciones más horribles y dolorosas” – Creo
entender que es necesaria la sensibilidad y la capacidad de soñar de los
poetas. – “No pretendo que toda nuestra vida sea poesía…Deseo solamente un poco
de poesía cotidiana, necesaria al espíritu como el pan es necesario al cuerpo.”
– A veces creo que el mal que nos rodea, el odio, los horrores de la vida
diaria, ciegan la sensibilidad del poeta y su capacidad de ver y recibir. – De
ninguna manera eso es posible, el trovador siempre encontrará la belleza a su
alrededor: “En las cumbres de las montañas aún se conserva la nieve blanca y
granillosa como el primer año de la tierra…y el mar verde claro invita
perpetuamente a nuestro astro con sus vanas promesas de espumas…Un caserón
desierto cuya fachada se mira en la amplia plaza de grises persianas
herméticamente cerradas, nos transporta a los tiempos de Massacio o nos hace
pensar en los relatos de Allan Poe. Nada hay que no pueda ser motivo de
inspiración.” _ Maestro me permite servirle otra copa de buen chianti. – ¡Ves!
Fredo, este vino color rubí contiene todo el aroma de la campiña Toscana, el
sabor de sus mujeres y la alegría de sus cielos azules. Es cierto, Giovanni
¿puedo llamarte por tu nombre? – Claro ¿no somos poetas y amigos? – Este Habano
que estamos fumando, narra la historia de las plantaciones de tabaco, la negra
gorda, con el típico pañuelo blanco en la cabeza, sentada bajo una palmera, que
enrolla el tabaco mojando sus dedos con saliva; su aroma nos recuerda el viejo
y duro Churchill, pintor, escritor y estadista genial; también cuenta de una
revolución, que ha sumido el pueblo cubano en la miseria y en la más feroz y
sangrienta dictadura. El sol tropical y el azul turquesa de sus aguas…Mis dedos
corrían sobre el teclado, no podía dejar de escribir, la musa estaba nuevamente
a mi lado, la poesía cantaba de nuevo en mi corazón levanté mi copa y quise
brindar con mi nuevo amigo…ya no estaba…sólo la butaca vacía. Llené otro vaso,
mis dedos continuaron tecleando toda la noche.
Fredo
Nedi 14/07/2004
Nueva
revisión 27/04/2017
(*)Nota
del autor: Los textos entre comillas son originales de Giovanni Papini, tomados
de su libro “Masculinidad” editado en España el año 1961.
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