La novela parece ser el género estrella de las librerías y hogares, pero gracias a Internet y a nuevos escritores, el mundo comienza a percatarse (de nuevo) de que el cuento es un género más acertado de lo que viene siendo considerado durante unos últimos años de tímida aceptación entre el gran público. ¿Quieres conocer estos 8 motivos para leer más cuentos y relatos?
Cuento no es lo mismo que cuento infantil
Muchas personas ven escrita la palabra “cuento” en la portada de un libro y erróneamente piensan que éste está enfocado a los más pequeños; pero no, hay vida más allá de La Sirenita y Hansel y Gretel. De hecho, los cuentos y relatos formaron una parte más que importante de la literatura al ser un recurrente en periódicos y gacetas culturales hasta mediados del siglo XX, si bien durante los últimos años se ha producido un tímido auge del género gracias a autores como Alice Munro, Paulina Flores o, especialmente en Estados Unidos, George Saunders. Un cuento es una narración breve que a su vez se divide en diversos géneros y públicos; de 0 a 100 años.
Varias historias en un mismo libro
Comenzamos una novela que nos interesa por ciertos motivos mientras, por otra parte, un exceso de relleno o subtramas poco interesantes nos inducen al “deber” de afrontar todo el volumen hasta la última página, a veces por ese raro compromiso que tenemos los lectores con un libro, otras porque realmente la historia merece ser terminada a pesar de ciertos “peros”. Con un libro de cuentos los finales llegan antes y la posibilidad de contar con varias opciones en un mismo libro se convierte en un abanico literario de lo más estimulante.
Todos los grandes fueron también cuentistas alguna vez
¿No te convence lanzarte al cuento pero tampoco tienes tiempo para hacerte el esquemita de los Buendía de Cien años de soledad? Entonces lee Doce cuentos peregrinos, de Gabriel García Márquez. También Cuentos de Eva Luna, de Isabel Allende, Todos los fuegos el fuego, de Julio Cortázar, o los Cuentos Completos de Isaac Asimov, por nombrar solo algunos de los ejemplos que confirman esa vertiente cuentista que (casi) todo escritor de renombre explotó en algún momento.
Algo ligero entre novelas
Al menos a mí me ocurre que, tras un largo día de trabajo, no me apetece “pensar” más de la cuenta. Existen películas metafísicas, novelas extensas o pasatiempos complejos de lo más interesantes pero que no dejan de ser demasiado complejos para una mente que precisa de cosas más ligeras al llegar cierto momento de la jornada. Leer literatura breve, más concretamente cuentos o relatos, nos ayuda a comenzar y finalizar una historia en un breve período de tiempo, convirtiendo el cuento en un género literario mucho más adaptable a los ritmos de hoy día.
El arte de la sutilidad
En una novela es necesario que todo quede bien amarrado por el simple hecho de que un cabo sin atar puede desmontar el hilo narrativo ya de por sí largo y denso de un libro. Sin embargo, con los cuentos la cosa es diferente, ya que al abarcar una menor extensión y centrarse en una determinada situación el autor puede ahondar más en la personalidad del protagonista, apreciar una enseñanza más palpable pero, especialmente, permitir que el lector haga su propia interpretación, que rebusque en esas sutilezas sugeridas pero que nunca llegaron a desvelarnos. Sí, posiblemente muchos cuentos encierren una novela tras de sí que no nos llegaron a contar.
Puedes releerlos
Si un cuento nos ha gustado, véase por las enseñanzas que incluye o por su capacidad para transportarnos, volver a localizarlo y releerlo es mucho más fácil. De hecho, puede que descubras pequeños detalles que no captaste en el momento en que lo leíste.
Alta calidad literaria
A pesar de ser más breve, un relato requiere de unos recursos característico: una mayor tensión, pocos personajes pero, especialmente, la capacidad para atraer al lector en cada una de sus líneas. Por este motivo, un buen cuento representa el que es uno de los géneros más elaborados y, por ende, de mayor calidad en el mundo de la literatura.
Literatura gratuita
Y no, no me refiero a la piratería. Hoy día existe más de una web en la que mucho grandes escritores aún desconocidos cuelan cuentos e historias cortas de lo más estimulantes cuya calidad pueden determinarla los likes o, simplemente, el arriesgarte a conocerlo. Si además tú también escribes, webs como Falsaria pueden convertirse en grandes aliadas para descubrir nuevos textos diarios al mismo tiempo que tomas inspiración para lanzarte a escribir el tuyo propio.
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