Los complejos de una joven tuerca Sentado detrás del gran escritorio de roble, en la mullida butaca de piel marrón, me entretengo mirando los blancos algodones que se mueven en el cielo azul rojizo del atardecer. El último paciente se ha retirado. Un día tranquilo, sólo la tuerquita vino a su consulta, la pobre tiene un problema, sufre de una fobia rarísima, le gustaría tener sexo pero tiene terror a ser enroscada. Es una tuerquita joven, de acero inox, toda brillante y reluciente, viene de una familia europea, su rosca milimétrica es virgen, nunca ha sido penetrada por tornillo alguno, ni siquiera ha sido abrazada por un alicate. La primera vez que vino a consulta estaba muy asustada, temerosa, apenada diría, claro visitar al siquiatra no agrada a muchos. Se sentó y quedó en silencio esperando yo iniciara con mis preguntas̲̲. Mantuve su mirada y no hablé, sólo sonreí para infundirle confianza.- Dr. Creo tener problemas, cuando veo algún tornillo comienzo a temblar, no puedo c...