La Dama Virtuosa … Hace casi dos meses que Alan ya no está. Día tras día permanecía aguardando frente a esta ventana esperando ver su auto remontar la colina hasta detenerse frente al portón, era una espera vana, él no vendría, sólo podía llorar mi angustia, de él permanecían únicamente los recuerdos. Después del accidente María se encerró en la casa, no quiso recibir ni ver persona alguna. Solamente Juana, la joven doméstica que vivía con ellos desde hace muchos años, se quedó acompañándola y acudiéndola. Ella, absorta en sus recuerdos, no comía, no hablaba, sólo la chica lograba hacer que tomara algo muy frugal. Habían sido la pareja perfecta: Alan, amante apasionado, de cabello negro muy corto, ojos azules profundos, graduado en leyes con los más altos honores. María, alegre y vivaz, espigada, pelo rubio suelto, senos gruesos y firmes como colinas, cintura pequeña caderas contorneadas, ojos negros. Quince años felices, quince años de amor y lujuria inolvidables. _Doña ...
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